jueves, 12 de marzo de 2015

¿ CÓMO TE DEJAS VER?

Resulta demasiado frecuente para todos y todas nosotras reconocer lagunas de conocimiento, carencias de normas sabidas o incerteza de lo que va a suceder. Es por ello que, para paliar esto nos valga el comparar, igualar o asimilar con experiencias ya vividas, estudiadas o contadas por otras personas.

Con todo esto, sea consciente o inconscientemente, rellenamos nuestro vacío de conocimiento acerca de las cosas y de las personas. Así pues, nos pasamos el día “autocompletando” lo que no conocemos y, por lo tanto, dando ciertas características humanas a personas recién conocidas.

Una manera muy común es Etiquetar a las personas recién conocidas utilizando esta técnica de “autocompletado” por asimilación a otras que sí conocemos.



Si nos ponemos en situación es mucho más fácil entender el “autocompletado”, por ejemplo, cuando vamos a una fiesta y nos presenta a una persona. En los primeros momentos de la conversación no vamos a conformar una opinión sobre esa persona, pensando que es una persona tímida, amable, estirada y, poniéndole así todas las etiquetas que queramos.

Bien es cierto que al hacer esto, es decir, etiquetar o autocompletar información que no tenemos tiene su utilidad, ya que si no lo hiciéramos así pasaríamos unos primeros momentos angustiosos sin saber que decir o sin saber qué hacer.

En el momento en el que tu opinión se consolide habrás etiquetado a esa persona.

Tengo un pequeño de  seis años y me gusta ver con el dibujos animados que yo veía cuando era niña. Uno de mis preferidos eran Los Pitufos, así que vamos a pensar en esa pequeña aldea azul.

En esa aldea vivían todos los pitufos muy contentos y cada uno de ellos tenía un nombre relacionado con su cualidad, trabajo o, incluso su estado de humor como el pitufo Gruñón. También estaba el pitufo Filósofo, el pitufo Goloso, el pitufo Tímido y, el pitufo Empollón, el que tenía gafas y siempre estaba estudiando, según mi hijo, como tengo gafas y siempre estoy con el ebook en las manos, ese pitufo soy yo.

Lo que quiero decir con esto es que cada uno de los pitufos es partícipe y víctima de su etiqueta, porque actúan en función de ella y, porque el entorno de su aldea le anima a que la mantenga, hasta el punto de si la pierde, pierde también su identidad, su nombre.

Seguro que a partir de ahora, cuando interactuemos con los demás vamos a tener una nueva visión. Como seres con afición al “autocompletado” siempre vamos a etiquetar, así que, siendo conscientes de esto, debemos elegir la etiqueta que queramos tener con los diferentes grupos y entornos con los que nos movamos.

Lidera también tus etiquetas para que te definan como eres.