Algunos describen esta etapa como un momento de transición
entre fases evolutivas del proceso productivo, es decir, estamos pasando de una
etapa de industrialización a otra de informatización.
Todo evoluciona, se mueve, cambia de una manera demasiado
rápida. Es por ello, que tenemos que tener presente estos momentos en constante
transición para, adelantarnos a los posibles cambios futuros.
Por poneros un ejemplo, el avance en el mundo discográfico
ha sido uno de los más evidentes. Hace unos años llevábamos la música en
nuestros coches en cassettes, luego en CD y, más tarde en PenDrive. Ahora no
hace falta, se conecta directamente a la música almacenada en nuestros móviles,
donde podemos tener todo nuestra música favorita.
Este cambio se ha venido produciendo en diferente proporción
en la mayoría de las industrias, donde en un pasado reciente las acciones eran mecánicas y o manuales. No olvidemos también el plano empresarial
donde la toma de decisiones se hacen en equipos autónomos. Por lo tanto, hemos
pasado de utilizar mucha mano de obra a prescindir de ella, por un persona y
una máquina.
Sabiendo esta transformación debes preguntarte si en las
empresas donde quieres moverte se está produciendo también este cambio y, por
lo tanto, si mi trabajo deseado está también en evolución.
Es por ello muy importante saber que si tu trabajo depende
de una máquina, que pasará dentro de cinco años con ese sector empresarial,
puede que dentro de cinco años el trabajo sea desarrollado sólo por esa máquina
y, no sea necesaria la intervención humana para su funcionamiento.
Debes por ello saber hacia donde evoluciona tu profesión
para poder reflexionar sobre donde estarás dentro de cinco años y, si tienes
que desarrollar otras habilidades y competencias para seguir ejerciéndola.
Igual que en el consejo anterior te animo a que te enfrentes
a un papel en blanco y escribas hacia donde evoluciona tu carrera profesional,
tu trabajo y tu profesión.
Lidera tu evolución