lunes, 24 de febrero de 2014

REVELA TUS EMOCIONES

Las emociones están a un paso entre la razón y la conducta y, son ellas las que nos motivan para actuar o no actuar. Cuando reconocemos que una cosa es buena y la creemos como buena, ahí está la emoción.

Mi interés en conocer las emociones es descubrirlas para entenderlas y que no me saboteen o me anulen.

Gracias a las emociones el mundo late.  Todas las emociones son ambivalentes, pero se pueden gestionar, este hecho nos lleva a poder descubrir cuáles son las creencias que están detrás de ellas, el amor, el miedo, la indignación.

Gestionar las emociones es cuestión de educación y la educación consiste en una educación del sentimiento y, luego del autoconocimiento. Por ejemplo, la tristeza de un niño que llora, primero la tiene que vivir y luego la entenderá.


Vivimos en una época de racionalismo y, las  emociones siguen siendo cercenadas, sólo la indignación en el actual escenario de la crisis parece haber tomado relevancia, así como la rabia y la ira.

Y la vergüenza ... ¿Donde está la vergüenza?

Aristóteles decía que la persona que nunca ha sentido vergüenza no es un ser humano. Entonces ¿quienes nos gobiernan que son ? Ningún político corrupto se siente avergonzado de ser corrupto, y eso sucede porque no ha sabido cultivar la vergüenza en el sentido, en que es bueno para la sociedad y la propia persona.

A mi me enseñaron de pequeña que cuando hacía algo que  estaba mal me avergonzaba. Yo espero que esa conciencia no se pierda, pero da la sensación de que sí.

Cuando haces algo mal, tiene consecuencias. Has de ser consciente de ello, y eso no significa que cuando pasas un sobre por debajo de la mesa al menos debería darte vergüenza, y miedo también.

Me preocupa que repercusión está teniendo todo esto a nivel individual, hablo de corrupción, de política, de no cumplir expectativas , ¿que nos pasa por dentro?
Si colectivamente no hay arrepentimiento, es que individualmente tampoco.

Las creencias cambian y es una forma de defenderte antes de decir "me he equivocado". ¿donde queda entonces el perdón?

El perdón es muy complicado es más bien un concepto de iglesia es casi aun acto de fe, y tendría que ser  entender al otro antes de actuar. Pedir perdón es muy fácil, lo difícil es perdonar.

Estamos en una sociedad sin emociones y todo es de usar y tirar a todos los niveles, no se reflexiona, así que, deberíamos sentir algo más.

Quizás a lo mejor, hay que insistir más en el valor del compromiso.  Mi generación ha nacido con la libertad y nos hemos criado sin cortapisas, hemos querido transformar una forma de educar casi sin decir nada y, educar no es eso.


Hoy más que nunca insisto en liderar las emociones, porque sin ellas nos convertimos en algo absurdo, no en personas.

martes, 4 de febrero de 2014

BUENOS HÁBITOS PARA CONSEGUIR EL ÉXITO

Tengo un hijo que en breve, cumplirá seis años y, me afano todos los días por motivarlo ha adquirir buenos hábitos saludables y,  responsables con la familia.
Son las mismas cosas que nos enseñaron en nuestra niñez: 
  Cada vez que termino de comer tengo que lavarme los dientes.
 Cuando llego del colegio debo quitarme el       uniforme antes de ponerme a jugar. 
Lavarme las manos antes de comer.
Recoger mi plato de la mesa.
Podría seguir pero seguro que se os han ocurrido muchos otros ejemplos.
En el mundo laboral adquirimos de la misma manera hábitos sin darnos cuenta y, en muchos casos sin analizar si aumentan o no nuestra eficiencia o, nos hacen perder el tiempo.
¿Qué hábitos necesitamos para tener éxito?
Al principio tendremos que observarnos.
Puede parecer tedioso prestar atención constante a la elección básica, pero ¿qué pasaría si al caminar movemos los músculos de los brazos en lugar de las piernas? Cuando caminamos no estamos pensando en qué músculo mover.
Si nuestras elecciones básicas a cada momento son útiles y correctas  nuestra efectividad será muy alta. Para ello, vamos a empezar a prestar atención a los momentos clave, por mínimos que parezcan, hasta que logremos hacerlo casi sin pensar.
Por ejemplo :estamos trabajando en un proyecto y alguien nos llama por teléfono. ¿Qué hacemos?
Cuando tenemos automatizado el proceso de la elección básica, sin pensar mucho empezamos a hacer preguntas para determinar si la necesidad de hablar con esa persona es urgente o no. Para medir esto, usamos nuestro criterio comparándolo con lo que estábamos haciendo al sonar el teléfono. Si decidimos que no queremos interrumpir la tarea en que estábamos ocupadas, decimos: “lo siento, pero en este momento estoy en una urgencia. Hablamos en una hora".
Existe para cada momento del día una actividad prioritaria: esto nos exige hacer un análisis sobre las tareas de ese día y ponerlas en orden de importancia. Pero en la vida cotidiana, tenemos muchas demandas, por ejemplo: interés en una actividad nueva, el coche que se rompió, los hijos, la fecha de entrega de un trabajo. Es difícil decidir qué es lo más importante.




¿Tenemos que elegir por lo práctico, por lo que debo hacer, lo que quiero hacer...? tenemos tantas opciones....

Cuando nos observamos con una visión lógica de nuestro alrededor, podemos priorizar nuestros momentos. Esta no es tarea fácil, pero ahí radica la habilidad para adquirir buenos hábitos que nos lleven al éxito en todas nuestras facetas.
Liderar nuestros momentos es un hábito fundamental para llegar al éxito.